El cineasta, que atiende a El Cultural desde Nueva York, plantea una realista y cruda guerra intestina en Estados Unidos en un futuro tan cercano y familiar que podría ser mañana.

En el filme, Kirsten Dunst, Cailee Spaeny, Wagner Moura y Stephen Henderson dan vida a un grupo de reporteros que emprenden un viaje por carretera en dirección a Washington D. C. para tratar de entrevistar al presidente antes de que los rebeldes del oeste asalten la Casa Blanca.

Pregunta. ¿Qué le llevó a escribir Civil War?

Respuesta. La polarización política. Nos hemos dejado arrastrar por ella sin pensar en las consecuencias. Por otro lado, me perturba la forma en la que el periodismo se ha erosionado como concepto, cómo los reporteros se han vuelto impopulares.

»Soy una especie de liberal a la antigua usanza y sigo creyendo en el periodismo como el cuarto poder, como la herramienta para que los gobiernos rindan cuentas cuando se corrompan, y ten por seguro que tarde o temprano lo harán. En definitiva, Civil War es una película sobre el reporterismo de la vieja escuela y sobre cómo la política populista puede llevar al extremismo y, luego, al fascismo.

[Vanessa Filho estrena 'El consentimiento': "Matzneff hablaba de su pedofilia en televisión y todos se reían"]

P. Ya había escrito el guion cuando se produjo el asalto al Capitolio en 2021. ¿Cómo afectó a la película?

R. El asalto al Capitolio me disgustó enormemente y me resultó un acontecimiento tan peligroso como patético. Evidentemente, era combustible para alimentar la preocupación que había motivado que trabajara en este filme. Pero no cambió nada, el guion estaba acabado siete meses antes.

P. ¿Qué efecto le gustaría que tuviera la película en la opinión pública estadounidense?

R. La película es una advertencia, pero también para la sociedad británica, europea, de Oriente Medio, asiática o sudamericana. Debemos tomarnos en serio este frenesí un poco loco de la política moderna en las redes sociales.

P. ¿Por qué decidió no explicar las causas de la guerra?

R. Porque creo que el público ya las conoce.

P. ¿Cómo se relaciona Civil War con sus anteriores filmes?

R. Todas mis películas son una reacción a lo que sucede en la actualidad. Ex Machina trata sobre la inteligencia artificial, pero también es una conversación sobre el género. Una serie como Devs aborda los avances en la computación cuántica, y se cuestiona si los líderes tecnológicos son genios u hombres de negocio. Con Civil War ocurre lo mismo, habla sobre lo que está sucediendo ahora.

Lejos de Marvel

P. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos del rodaje?

R. La logística. La A24 me proporcionó muchos recursos, lo que es intrínsecamente arriesgado, y no creo que ninguna otra productora se hubiera involucrado tanto en este proyecto. Sin embargo, no teníamos los 250 millones de dólares con los que cuenta un filme de Marvel, por lo que tuvimos que encontrar la manera de rodar escenas complicadas dentro de nuestras posibilidades.

P. ¿Cómo fue el trabajo con los intérpretes?

R. No hago cine de autor. Delego mucha responsabilidad en los jefes de departamento: diseño de producción, especialistas, dirección de fotografía… Y también en los actores. No digo cosas como “quiero que te quedes ahí y hagas esto o lo otro”. Una vez que escribo el guion, me interesa ver qué hacen con él. Desde mi punto de vista, el trabajo de director consiste en responder a las preguntas que surgen y en mantener una coherencia tonal, para que no parezca que una producción son muchas películas diferentes.

[Alice Rohrwacher estrena 'La quimera': "El cine es la resurrección, empezando por los Lumière"]

P. ¿Qué acogida espera que tenga el filme?

R. Supongo que algunas personas entenderán lo que intentamos hacer y decir, mientras que otros se sentirán confundidos y, tal vez, piensen que es demasiada política, una estupidez o lo que sea. Seguramente genere divisiones, y eso es algo a lo que me he acostumbrado. Espero que el público se involucre con la historia y la encuentre convincente, y que invite a la reflexión.

Kirsten Dunst en 'Civil War'

P. Hay toques de road movie, de thriller de acción, de terror de supervivencia…

R. A nivel técnico y temático, es una película de guerra. Y hay que tener cuidado porque el cine es escurridizo. Accidentalmente puedes acabar romantizando la violencia.

P. ¿Cree que el peligro de una guerra en EE. UU. es real?

R. Es real en todos los países del planeta. La pregunta es si un gobierno autoritario es un riesgo real. Y basta mirar al mundo y revisar la historia para dar una respuesta afirmativa. ¿Por qué no necesitaría EE.UU. un sistema de controles y contrapesos como lo necesita cualquier lugar para protegerse del extremismo?