El vicepresidente de Airbus España, Francisco Javier Sánchez Segura.

El vicepresidente de Airbus España, Francisco Javier Sánchez Segura. Cedida.

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Airbus insta a reforzar los programas colaborativos en Defensa para lograr una "Europa fuerte"

En un contexto de creciente tensión geopolítica, la compañía trabaja en mejorar su A400M y asegura que podría atender un aumento de la demanda.

19 abril, 2024 02:18
Sevilla

La invasión rusa de Ucrania, primero, y el conflicto en Oriente Medio después, con el asedio de Israel en la Franja de Gaza y el reciente -y sin precedentes- ataque iraní sobre el primero han disparado las tensiones geopolíticas, y puesto en alerta también a la industria de la Defensa, en plena ebullición. 

El sector sabe que se juega mucho y lo sabe desde hace un tiempo. Los países de la OTAN están elevando su gasto en Defensa.

En el caso de España, se prevé incrementar la inversión del actual 1,2% del PIB al 2% a finales de esta década. Es un importante aumento que beneficia, entre otros, a Airbus, al que da "una visión a largo plazo".

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Así lo asegura la compañía, que logra en nuestro país una facturación superior a la de toda la restante industria junta; la segunda es Navantia. La empresa aplaude esta ambición, pero tras los últimos acontecimientos, advierte que la clave real está en los programas colaborativos, como el que permitió alumbrar el Eurofighter, y que insta a reforzar. 

"Si queremos una Europa fuerte el camino a seguir es esta colaboración europea", expone el vicepresidente ejecutivo de Airbus España, Francisco Javier Sánchez Segura, en Sevilla. 

Ampliar la capacidad

Aquí se encuentra precisamente uno de los puntos calientes de ese despegue militar. En la capital andaluza está la línea de montaje final de una de las estrellas del segmento de Defensa de la compañía: el A400M. También se da forma aquí al C295, un superventas puramente español del que acaban de celebrar su pedido número 300. 

Su fuerza está en el sur. Casi 4.000 de los 10.000 empleos en España de Airbus en el segmento de Defensa y Espacio se concentran en Andalucía, entre Sevilla y Cádiz. Han apretado: ese empleo directo ha crecido un 18% en los últimos cinco años. Y ahora también ese personal apretará si hace falta. 

Fábrica de Airbus, en Sevilla.

Fábrica de Airbus, en Sevilla. Francisco J. Olmo Europa Press

La empresa asegura que podrán aumentar su capacidad si crecen las peticiones de los clientes, y a un gran ritmo. Sánchez Segura sostiene que pueden pasar de las actuales ocho entregas al año de A400M a incluso veinte. "Tenemos la capacidad para hacer frente a la demanda", insiste.

¿Llegarán a ese escenario? Todo es incertidumbre. "El 50% de la población mundial tiene elecciones este año", apunta. Entre ellos, los estadounidenses, que deberán decidir si apuestan de nuevo por Donald Trump como presidente. La UE también afronta comicios y, con ellos, la posibilidad de un cambio de rumbo. Suceda lo que suceda, la idea de la Europa de la Defensa sigue siendo una meta muy lejana.

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Porque hay todavía demasiada "fragmentación" dentro del club europeo, explica, por ejemplo en modelos de tanques y aviones. "Necesitamos una política común de Defensa; programas colaborativos entre varios países", indica, que engrasen proyectos que, dada su envergadura económica, serían casi imposibles de ser desplegados en solitario.

Un ejemplo es el programa Eurofighter, otro es el propio A400M, que ahora trabajan para seguir mejorando y que se lanzó en 2003 para responder a las necesidades combinadas de siete naciones europeas agrupadas dentro de OCCAR (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, España, Turquía y el Reino Unido), con Malasia uniéndose en 2005.

Cadena de suministro, el reto

El riesgo a estas proyecciones reside en la cadena de suministro, que obsesiona a Airbus en conjunto, tanto en su apartado de aviación comercial como el segmento de Defensa y Espacio.

"El 80% del valor del avión está en la cadena de suministro. Necesitamos que sea robusta, que sea resiliente", enfatiza Sánchez Segura. Las tensiones internacionales, que derivaron en sanciones a Rusia que repercutieron en la entrega de aluminio y titanio claves, o el incremento de costes de materias primas por la inflación ha puesto en aprietos a muchas de las pequeñas empresas que suministran al gigante francés, que advierte: "la cadena de suministro no está en niveles precovid".

Fábrica de Airbus, en Sevilla.

Fábrica de Airbus, en Sevilla. Francisco J. Olmo Europa Press

"Hacemos un esfuerzo por proteger a la cadena, pero es importante que los gobiernos también lo hagan", explica, por ejemplo facilitando más el acceso a financiación. 

En el caso de España, esa cadena tiene gran envergadura. Airbus cuenta con más de 1.000 proveedores en nuestro país para todas sus divisiones; suponen un volumen de contratación de 2.100 millones de euros y unos 35.000 empleos.

Los problemas de Boeing

Todos ellos pueden ver algo de respiro en el buen momento que atraviesa la compañía en su área civil. En aviones comerciales, tienen una cartera de pedidos para los próximos nueve años; algo fundamental, por ejemplo, para la nueva Airbus Cádiz, la integración de las plantas de Puerto Real y El Puerto de Santa María, que se centrará en este segmento. 

De cara a 2024, la multinacional francesa, que entregó 735 aviones comerciales el ejercicio pasado (un 11% más), prevé alcanzar una cifra de 800 entregas este año. Hay más apetito, y también se han reforzado en imagen ante la crisis del gran competidor, Boeing, aunque insiste Sánchez Segura en que esos problemas no son "una buena noticia".

"Que Boeing tenga problemas no es algo que nos alegre", sostiene. Lo que suceda con la compañía estadounidense "no nos cambia de manera sustancial", agrega; la obsesión de Airbus es otra: aumentar su capacidad de producción y entrega.

A este efecto han inaugurado recientemente en Toulouse, donde tienen su sede, unas instalaciones que triplican el número de aviones que pueden entregarse a la vez: pasan de cuatro a doce.