La pequeña Sofía aparecía en la portada de EL ESPAÑOL de Málaga este martes después de correr varios cientos de metros tras el autobús de la rúa de campeones del Unicaja de Málaga. Su objetivo no era otro que conseguir que los jugadores le firmaran la camiseta... y lo logró. Es el puro ejemplo de que, como dice el refrán, el que la sigue, la consigue. Lo que no esperaba Sofía es que, al final, su esfuerzo le valió incluso para acabar por sorpresa dentro del autobús de los jugadores. 

Tras darse cuenta Ibon Navarro de la presencia de la niña, avisado por los compañeros de la prensa, cogió al vuelo su camiseta y se la dio a los jugadores para que se la firmaran. Tras ello, unos metros antes de llegar a Huelin, la organización decidió subirla al vehículo para que la menor se sacara fotografías con los jugadores después del esfuerzo titánico que hizo.

Su rostro al ver que la puerta del bus se abría fue para enmarcarla. Había corrido desde Los Guindos hasta el paseo marítimo Antonio Banderas tras el autobús. Cuando se cansaba, lejos de rendirse, pegaba un sprint más fuerte. Quería que los jugadores le hicieran caso. Este periódico ha podido contactar con su madre, Estefanía, así como con la propia niña, que aún sigue en una nube después de esta bonita experiencia.

Al parecer, Sofía tiene solo 11 añitos. Este lunes, tenía pensado ir al Centro de Málaga con una amiga para celebrar la victoria de la Basketball Champions League, pero se le estropeó el plan, así que rogó a su madre que la llevara al pabellón de Los Guindos, desde donde salía la comitiva.

"Pero cuando decidimos ir, ya era tarde y el autobús con los jugadores ya estaba saliendo. Entonces decidimos esperarlos en el paseo marítimo", recuerda su madre. Sofía llevaba, como siempre, su camiseta, pero también un rotulador permanente para que los jugadores se la firmaran. 

Según relata su madre, Sofía vivía con la esperanza de que el autobús se detuviera en algún semáforo el tiempo suficiente para poder lanzarles su camiseta, pero no fue así. Así que decidió seguirlo a trote. 

"Al ver que no se detenía, no lo dudó y se lio a correr detrás del autobús dejándome atrás, al perderla de vista, la llamé al móvil y fue cuando me dijo que estaba subida al autobús esperando a que le firmaran los jugadores. ¡Yo alucinaba!", relata Estefanía.

Sofía es jugadora de baloncesto del Ciudad de Melilla y las estrellas del Unicaja son sus ídolos. Se apuntó al equipo después de la pandemia por su mejor amiga, que la enganchó al deporte de la pelota naranja y la animó a unirse a sus filas. "Ha sido preseleccionada dos veces para la selección malagueña, en una de ellas la escogieron, pero era muy pequeña y no quiso ir a jugar fuera de Málaga sola", expresa la madre, orgullosa de su talento.

Sofía se declara como "una gran fan de Kendrick Perry y el malagueño Alberto Díaz" y asegura que no se esperaba "para nada" el sueño que iba a vivir. Aunque va al Carpena siempre que consigue entrada, suele seguir los partidos del Unicaja desde casa, a través de la televisión, y tenerles cerca ha sido una experiencia que no olvidará en la vida.

"Yo el año pasado con la celebración del Unicaja también le lancé otra camiseta a uno del cuerpo técnico. Me la firmaron varios jugadores. Yo pensaba que este año me lo iban a firmar igual, pero no. Ha sido mucho mejor. No me lo puede creer", zanja esta pequeña gran fan del Unicaja de Málaga.