Desde el comienzo de la invasión a Ucrania, las tropas rusas se han caracterizado por desplegar en el frente de batalla vehículos de todo tipo, condición y edad. Esta mezcla de plataformas —muchas de ellas con décadas a sus espaldas— ha supuesto importantes pérdidas materiales irremplazables para Rusia. La necesidad de proteger mejor esos blindados ha propiciado que los ingenieros del Kremlin trabajen en nuevas superestructuras que proporcionen un nivel de protección mayor, dando como resultado diseños un tanto extravagantes.

Más allá de los troncos y sacos atados con cuerdas que se vieron al principio de la invasión, los últimos vehículos en aparecer han sido los denominados como tanques tortuga. Utilizan una especie de caparazón de metal que recoge todo el largo y ancho del blindado al que pretenden proteger.

Los analistas apuntan a que se trata de intentos por parte de Rusia para frenar el número de vehículos perdidos frente a los pequeños drones cargados con bombas o kamikazes que despliega Ucrania a diario. Y es que, en las últimas semanas se ha podido ver desplegados tres modelos diferentes de tortugas en el frente; ambos con el mismo concepto pero formatos de protección muy diferentes.

Fortaleza rodante

El primero de los tanques tortuga apareció hace un par de semanas. Los soldados ucranianos pudieron recoger en imagen lo que parecía un tanque T-72 al que se había integrado un gran caparazón de metal en su parte más superficial. La estructura recoge todo el blindado, cubriendo también los laterales donde están las cadenas y la torre, esta última se trata de la parte más débil del tanque.

Tan sólo el cañón sobresale por la zona delantera y, debido al caparazón, buena parte de su movilidad se encuentra limitada. Los ocupantes también experimentan una merma importante en la visibilidad y, por tanto, en la consciencia situacional tan importante en el campo de batalla.

Tanque con estructura en forma de caparazón OSINT

Las últimas informaciones sobre esta particular versión del T-72 indican que ha sido destruido. Se desconoce el método empleado por las tropas de Zelenski, tan sólo que participó en una serie de operaciones en la ciudad de Krasnogórivka, situada cerca de Donetsk.

Tan sólo unos días después de que se confirmara la baja del primero, la inteligencia ucraniana detectó un nuevo blindado con caparazón. Se trata de un vehículo con una línea similar al primero, aunque algo más esbelta la estructura que lo protege. La información sobre él es prácticamente nula.

Sin embargo, el que más ha llamado la atención de los analistas es un tercer vehículo del que sí existen varias fotografías. Integra una estructura metálica visiblemente más alta que el resto con la misma forma trapezoidal. La parte superior, pintada de un color rojizo, la componen un par de planchas que se asemejan mucho a las que se utilizan para construir los tejados metálicos; con los surcos para canalizar el agua incluidos.

La principal diferencia respecto al resto de blindados tortuga es que esta iteración dispone de un sistema de guerra electrónica. Según se puede apreciar en las imágenes publicadas, una serie de antenas asoma fuera de la estructura y el chasis. Los analistas indican que puede tratarse de una medida extra para protegerse contra los ataques de los drones al saturar el espacio radioeléctrico circundante.

Tampoco está claro si alguno de los tres tanques de este tipo divisados hasta ahora incorpora algún tipo de protección adicional —como redes o alambres— para proteger los extremos delantero y trasero de la estructura. Tal y como indican desde TWZ, no hacerlo parecería cuestionar la utilidad real del caparazón, que también "limita severamente el recorrido de la torreta del tanque". Además de añadir muchos kilogramos de peso al vehículo que provocan una reducción de la movilidad y la autonomía.

Troncos, sacos y jaulas

Durante las primeras semanas de la invasión rusa a Ucrania, se pudo ver varios camiones y vehículos de transporte en general cubiertos con tablones y troncos de madera. El Ejército de Moscú protegía de esa forma las partes más sensibles como los motores de ataques con armamento ligero. También con sacos de arena que se colocaban estratégicamente en las zonas superiores y laterales para absorber impactos.

Camiones rusos con tablas de madera y estructuras en la cabina. OSINTechnical Omicrono

A medida que se fue desarrollando la contienda y las tropas ucranianas comenzaron a emplear drones cargados de explosivos, las necesidades Rusia cambiaron. Comenzaron entonces a aparecer las jaulas de protección que se instalaban sobre la torreta de los tanques —la zona más delicada— para impedir que el ataque llegara desde arriba y hasta el corazón del propio vehículo.

La integración de los caparazones corresponde a la natural evolución y a la adaptación de los vehículos existentes a las cambiantes condiciones del campo de batalla. Por el momento se trata sólo de un puñado de unidades las que se han modificado y con el fin de ejecutar trabajos muy específicos como internarse en zonas altamente controladas por las tropas de Ucrania o incluso en campos de minas para abrir camino.